Una Foto, Un Relato... #7 La leyenda de Uma


La leyenda de Uma


Cuando era niña, adoraba sentarme a escuchar las historias de mi daa-dee-maa (abuela). Ella tenía la habilidad de hacerlas vívidas… y dejarte con la intriga también. Pero una marcó mi infancia. ¿Se las cuento?
Los reyes Yamir y Naya fueron desposados muy jóvenes, como era la costumbre en esa época, ni siquiera se conocían hasta el día de su boda. Su reino era hermoso, tuvieron siete niñas, siempre quisieron un varón, pero Brahman (su nombre significa, el origen de toda existencia, la realidad última o el fundamento del universo) no lo quiso así. Las siente eran hermosas, pero la menor, Uma, destacaba en todo… No sólo por su inigualable belleza, sino por su dulzura, canto, baile, carisma, era prácticamente completa. Lo que lamentablemente causaba envidia entre sus hermanas y hasta su propia madre le tenía recelo por la preferencia que el padre le tenía. Sólo una de ellas la adoraba, Priya, (Un año mayor que ella) Próxima a casarse… Pues ya el resto se había casado siguiendo la tradición obviamente. Lamentablemente, no lo podían hacer muy obvio ya que en ese mundo de envidias Priya saldría perjudicada. Priya, le pidió a Uma en secreto, que por su matrimonio le cantara y danzara para ella y su esposo. Se sabía que era un buen príncipe, guerrero y joven. Le llevó unas joyas bellísimas y un traje espectacular… el aroma a mirra y canela estaba por todos lados y la servidumbre estaba preparada para poder ayudarla a arreglarse, pese a que podían haber consecuencias ellos la querían y harían todo por ella. Uma no correría la misma suerte, la habían comprometido con un príncipe de un imperio lejano, se sabía que era soberbio, mucho mayor que ella, que sólo le interesaba el poder. Pero el dote era muy bueno. Y eso pesaba más. (La madre regalaba a su hija). ¡Y llegó el gran día! Nunca había visto tanta belleza… Las fiestas en palacio solían ser así, ¡Deslumbrante!, La decoración, comida, la aristocracia con sus mejores trajes, reyes con sus esposas que habían llegado de reinos muy lejanos. Los novios se conocieron y se enamoraron. Fue tierno. Y en eso, bajaron las luces y se sintió una voz muy dulce y fue apareciendo en medio de la enorme sala Uma. Cantando para ellos como Priya se lo había pedido. Todos embelesados. Encendieron las luces y el ritmo se tornó más y más movido y empezó el baile… La gente se empezó a agregar a la coreografía y sonreía, giraban y bailaban felices. Uma no dejaba de bailar. Hasta que de pronto una mirada captó su atención, un hombre joven de piel canela y ojos azul esmeralda, en ellos podías ver el camino de la paz y la tranquilidad que ella estaba buscando y él simplemente, no dejaba de contemplarla. Sus corazones explotaban, era como fuegos artificiales saliendo del palacio, era SU fiesta y no la de la hermana, estaba tan felices… Coqueteos van, coqueteos vienen… Pero nunca se dijeron ni una palabra, más ya sabían que se amaban. Uma desesperada averiguó quién era, se trataba Mishka, único hijo de los reyes Devendra y Alisha. Un príncipe encantador, casadero, había rechazado a muchas princesas, pues sus padres sí se casaron por amor. (Esa historia no me la detalló bien mi abuela) y querían que su hijo se casara con la mujer que él escogiera. Pero había un breve detalle, Uma ya estaba comprometida y el matrimonio se acercaba, ¿Qué hacer? Hacía mucho tiempo que no la dejaban acercarse a su padre. Así que en medio del llanto una de las empleadas le sugirió que se disfrazara de una de ellas y pasaría desapercibida. Y así fue. Llevó una bandeja a la habitación del padre y le explicó lo que estaba pasando, que hacía mucho tiempo que le habían prohibido el ingreso a hablar con él, que ella no se quería casar con Narayan, que se había enamorado. El padre mayor ya, abrazó fuertemente a su hija y le dijo sé feliz. La madre en cambio, le dio una bofetada y la tumbó al piso, la trató de prostituta y le dijo que se casaba porque ya el pacto estaba hecho. Hubo mucho llanto, desilusión y penas. Llegó el día de la boda. Era la más bella novia que se vio jamás, con una triste mirada jamás vista. Priya fue a verla y al ver tanta tristeza se conmovió y le dijo que si su felicidad estaba al lado de Mishka que vaya con él (ahí se enteró que Mishka había ido a pedir a Uma más de una vez junto a sus padres pero había sido negado siendo que su dote era nada despreciable). Entre Priya, su esposo y la servidumbre la ayudaron a salir de palacio (Uma con pena de no poder despedirse de su padre). La llevaron a la puerta del palacio de Mishka, para pedir una audiencia con el rey, pero resulta que habían sido amenazados y Mishka como hijo único había salido a defender su castillo. No se sabía paradero de él hacía varios meses. Uma pensó en suicidarse, pues su vida fue tormentosa y ella la hizo linda. Encontró entre mil personas al amor de su vida y él podría estar muerto. No podía regresar a casa, estaba sola. Es cuando escuchó una voz muy lejana. Era Brahman… ¡Sí! Él mismo… Le dijo que tenía una misión para ella. Y ahí quedó. Pasados los años, Uma se convirtió en una mujer triste y solitaria. Servía a una familia que nunca imaginó que fuera LA princesa Uma, yendo al mercado de chiches, un hombre se paró delante de ella y le preguntó por qué tenía la mirada tan triste (cómo sabrán la servidumbre siempre va con la mirada baja). Ella se sorprendió por eso. Porque no había forma de que él la hubiese notado. Levantó la vista, y sí, era él, con unos años de más… Pero la misma y dulce mirada. Y adivinen qué… Mi daa-dee-maa (abuela) se llama Uma y mi daa-daa-jee (abuelo) se llama Mishka. Y a pesar de todo lo que pasaron, fueron realmente felices. Creo que acá encaja la frase, el amor tarda pero llega.


Modelo & Fotografia: Evelia Verwood
Escritora del Relato: Daphne Boccaccio (gracias sobrina bella por la ayuda)

Vestido: Ghee: Crimson Tanishq Set
Joyeria: Zaara: Nizam Full Set *gold-white stones*

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